El primer seminario incoming: intercambio, reflexión y talleres presenciales
Seis voluntarios de Perú y Chile comenzaron su servicio en Alemania a principios de año. Ahora debía celebrarse el primer seminario conjunto, por primera vez en persona, después de que los actos introductorios se hubieran desarrollado casi exclusivamente de forma digital. Más de cinco días de diálogo, reflexión y talleres en la granja de pollos (donde por desgracia no había pollos…).
Pañales, alimentación, silla de ruedas: cambio de papeles para los voluntarios
Karol yace sujeta al suelo con un cinturón de sujeción blanco. El cinturón, utilizado en las clínicas psiquiátricas, le rodea el estómago, los hombros y las piernas. Se tira hacia delante y hacia atrás, incapaz de liberarse de las dos personas que sujetan el cinturón a su derecha e izquierda. Karol, voluntaria en una guardería, no se ve sometida a medidas tan extremas. Tampoco los voluntarios que trabajan en los centros de atención Dominiks-Ringeisen-Werk de Ursberg y Augsburgo. Sin embargo, ellos y los demás voluntarios entrantes van a aprender más sobre diversos medios de trabajo con personas con discapacidad, incluido el uso de medios de inmovilización.
Antes de empezar su voluntariado en Alemania, muchos voluntarios no tenían experiencia de trabajo en el sector asistencial. Pauli, antigua voluntaria de Chile y ahora empleada en un centro asistencial de Ursberg, dedicó un día a informar a los voluntarios sobre diversas deficiencias y los cuidados en general. Además de las sujeciones, trajo pañales, vendas para los ojos, cubiertos especiales para personas con deficiencias motrices y una silla de ruedas. Después, los voluntarios pudieron ponerse ellos mismos los pañales, comer manzanas y yogures con los ojos vendados y cubiertos especiales, ir en silla de ruedas o, como Karol, estar sujetos.
Intercambio, reflexión, prevención y comunicación culturalmente consciente
Sin embargo, éste era sólo uno de los puntos del programa del seminario de cinco días que Estrella, Karol, Pamela, Sofía, Raúl, Franco y Bárbara pasaron juntos.
Al principio del seminario, la atención se centra en compartir y reflexionar sobre su llegada a Alemania y su trabajo en los centros de colocación. Los voluntarios hablan de cómo les va en Alemania, qué retos afrontan en su vida cotidiana y qué les gusta de este país. Todos se alegran de que este diálogo sea ahora posible en persona, después de que los eventos anteriores siempre tuvieran que celebrarse en línea.
Además de una sesión sobre prevención sexual, en la que se sensibilizó a los voluntarios sobre diversas formas de agresión sexual, también participaron en un taller de dos días sobre comunicación intercultural.
Atrás queda una semana repleta de seminarios en la que, además de los numerosos temas del programa, también hubo tiempo para cocinar, compartir y relajarse juntos.
Magdalena Schägger (becaria del WFD)
Leave A Comment